Desde que entró en vigor la normativa Euro 6, las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) de los motores diésel están limitadas a 80 mg/km y aquellos fabricantes de vehículos que no hayan logrado que sus modelos cumplan con este nuevo límite, deben incluir en los modelos que utilicen este tipo de combustible un depósito adicional que alimentado con un aditivo llamado AdBlue, servirá para reducir las emisiones contaminantes y cumplir con la legislación europea. Así pues, el AdBlue se ha convertido en una solución muy recurrente por las marcas a la hora de seguir comercializando sus vehículos diésel y en la actualidad, son muchos los modelos que incorporan esta nueva tecnología para depurar los gases de escape y ante las exigencias internacionales de responsabilidad ambiental y reducción de emisiones, ahora las flotas modernas de equipos y diésel de mayor potencia y también aquellos de gran tonelaje (furgonetas, camiones, autobuses, vehículos industriales, maquinaria agrícola) que se están usando en todo el mundo, cuentan con esta tecnología.
El AdBlue es entonces, un aditivo. Sin embargo, éste no se mezcla con el combustible ni sirve para lograr ningún efecto de limpieza en determinados elementos del vehículo, además de que tampoco tiene nada que ver con una mejora del rendimiento del motor. El AdBlue, actúa de manera independiente en el proceso de depuración de gases de escape y gracias a su función, se consigue transformar las partículas de NOx en una mezcla menos nociva para el medio ambiente, compuesta por nitrógeno y vapor de agua.
AdBlue es la marca comercial de la disolución de urea AUS32, que utilizada junto con el sistema SCR (Reducción Catalítica Selectiva) ayuda a reducir las emisiones de NOx originadas por los escapes diésel de numerosos vehículos pesados actuales. Se trata de una disolución al 32´5% de urea de gran pureza en agua desmineralizada (67´5%), de aspecto transparente, segura de manipular (no es una mezcla explosiva, ni inflamable) y que no resulta nociva para el medio ambiente o el ser humano.
Es importante saber que el AdBlue puede resultar corrosivo para algunos metales, por lo que a la hora de llenar el depósito en un vehículo que incorpore este tipo de tecnología, será conveniente tener cuidado con la carrocería o partes metálicas cercanas al orificio de llenado; igualmente los equipos usados para el suministro y distribución del AdBlue deben contar con unas condiciones específicas para este fin.
Si bien AdBlue es el nombre comercial más conocido, existen otras marcas en el mercado, en Estados Unidos, por ejemplo, se usa una denominación distinta para el AdBlue, Diesel Exhaust Fluid (DEF) o Líquido para Sistemas de Escape Diésel (en español), aunque esencialmente es lo mismo.
La normativa Euro VI entró en vigor en Europa en el 2014 para los automóviles y vehículos comerciales ligeros y un año más tarde, para los comerciales pesados. Asimismo, en Colombia esta normativa entró en vigencia el 1 de enero del 2023.
Con el objetivo de contribuir con la salud de la población y de contrarrestar la contaminación ambiental, reduciendo la emisión de gases efecto invernadero, el porcentaje de material particulado y el monóxido de carbono, todo vehículo con motor diésel que se fabrique, importe o ensamble en Colombia deberá cumplir con esta normativa.
Según la legislación Colombia, específicamente la Ley 1972 de 2019, se espera que a partir del 10 de enero de 2030 todos los Sistemas Integrados de Transporte Masivo (SITM), Sistemas Estratégicos Transporte Público (SETP), Sistemas Integrados Transporte Público (SITP) y los Sistemas Integrados de Transporte regional (SITR) deberán contar con un mínimo de 20% de la flota total nueva correspondiente a tecnología cero emisiones.